
El lunes amanecimos cansados y somnolientos. Tenía que currar, así que asalté el botiquín y me fuí, que había trabajo para dar y regalar. Por culpa de los fármacos mi nivel de concentración estaba bajo mínimos y tuve que revisar y volver a revisar lo que hacía para asegurarme de no cagarla. Estaba deseando volver a casa para ver si seguía allí. No dió señales de vida.
Hasta esta mañana. Justo cuando me planteaba no volver a empastillarme he notado una punzada aguda en la mandíbula que ha reseguido el maxilar inferior y ha acabado difuminándose en forma de descarga eléctrica en los incisivos. Parece ser que voy a tener que convivir unos cuantos días con el puto dolor de muelas.
Nota: La sabiduría popular dice que el ajo, la cebolla, la sal, o la pimienta son eficaces remedios contra el dolor de muelas. Incluso históricamente se han prescrito sustancias que ahora son ilegales. Yo personalmente prefiero el Soberano, es legal, más efectivo y combinado con los analgésicos consigue que te acabe importando una mierda el dolor de muelas.
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2 comentarios:
Y eso dueeeeleeeee.
ánimo!
Por suerte mia he tenido pocas experiencias religiosas de este tipo, pero no veas como jode...
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